Investigando sobre estancias y la transicion de el exterior con el interior me tope con la casa-estudio de Luis Barragan.
Donde existe una transición hacia la estancia-biblioteca que se logra con recursos que serán constantes a lo largo del recorrido. Un acento de escala, a manera de contracción, su consecuente sombra y el movimiento, nunca frontal ni directo, sino obligado a una directriz quebrada que concluye con una nueva dilatación del espacio, el aire y la luz. La fachada poniente de la casa se distingue de la impenetrable fachada hacia la calle no sólo por su proporción de vanos, sino también en su concepción como un mecanismo de diálogo de la casa con su jardín.
A través de esta fachada la naturaleza tiene una constante relación con lo que sucede al exterior. Frente al jardín se encuentra la estancia. Otra vez los materiales industriales están ausentes en el diseño de los objetos cotidianos. Sólo tenemos madera maciza, piel, fibras vegetales y lanas.